Rick Day |
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El mejor sexo de tu vida
¿Con barba o afeitado?
Rick Day |
El poder de la barba. Llevar una barba bien cuidada puede añadir un toque de rudeza y masculinidad que muchos consideran irresistible. Pero aquí no hablamos de descuidar ese vello facial; una barba descuidada puede dar una imagen de dejadez. La clave es darle forma, limpiando los contornos en el cuello, los pómulos y los bordes. Definirla bien hace que luzca ordenada y llamativa. Seleccionemos el largo que mejor se adapte a nuestro rostro y mantengámosla en su sitio con una máquina y peine. Usar un champú suave una vez a la semana ayuda a mantener la barba limpia y fresca, eliminando las impurezas que pueden acumularse con el día a día.
Afeitado limpio: elegancia y frescura. Optar por un rostro bien afeitado también tiene su magia, especialmente cuando buscamos proyectar una imagen sofisticada y pulcra. Si nos afeitamos antes de la ducha, la piel conserva sus aceites naturales, mientras que hacerlo después suaviza la barba gracias al agua caliente. Para evitar irritaciones y cortes, tratemos de usar una hojilla nueva cada vez, o al menos asegurarnos de que esté lo suficientemente afilada para que con una o dos pasadas haga el trabajo. La preparación es clave: una toalla húmeda sobre el rostro o el vapor de la ducha ablandan el vello, facilitando el afeitado y reduciendo la irritación.
La técnica adecuada. Una vez preparada la piel, aplicar espuma, gel o incluso jabón de tocador sirve como lubricante y permite que la hojilla se deslice suavemente. Pasa la hojilla en el sentido del crecimiento del vello, no al contrario, para reducir la irritación y el riesgo de cortes. Luego, enjuaga bien el rostro y aplica una crema humectante o un tónico para desinfectar y refrescar la piel. Un rostro bien cuidado siempre se nota, y se siente aún más cuando compartimos momentos de intimidad.
Barba o no, el estilo personal manda. Al final, el uso de barba o una cara afeitada es un tema de preferencia y de cómo nos sentimos más cómodos y auténticos. Hay quienes prefieren la barba como símbolo de fortaleza y quienes ven en el afeitado una expresión de frescura. Ambos estilos pueden ser tan atractivos como decidamos hacerlos, porque el encanto está en la seguridad con la que llevamos nuestra decisión.
Cómo NO ser un idiota en redes sociales
Rick Day |
La sexualidad de los demás no es asunto tuyo. Toda actividad sexual que implique a adultos en consentimiento mutuo es completamente válida y personal. No es necesario opinar sobre lo que otras personas hacen o disfrutan en su intimidad. Si ves algo que no comprendes, puedes investigar, y si no te agrada, simplemente no lo hagas tú. No necesitamos imponer nuestras opiniones en la vida de los demás.
La política puede ser un tema incendiario. Todos tenemos posturas, y es saludable tener opiniones informadas; pero recuerda que las opiniones políticas son personales y rara vez alguien cambiará su postura porque un extraño en internet le diga que está equivocado. Mejor expresemos nuestros puntos de vista de manera constructiva, sin menospreciar la perspectiva de otros. No se trata de quién grita más fuerte, sino de cómo elegimos comunicarnos.
La religión es personal y no se impone. La espiritualidad puede ser un tema muy importante para algunos, y está bien. Si encuentras inspiración en alguna creencia, vívela plenamente. Pero tratar de convencer a otros o señalarles lo que “deberían” creer solo genera divisiones y conflictos innecesarios. Cada quien tiene su camino, y respetarlo también es una muestra de espiritualidad.
Recuerda: el respeto y la autenticidad son poderosos. Las redes sociales nos brindan la posibilidad de expresarnos y de conectar con otros. La clave está en mantenernos fieles a quienes somos sin convertirnos en “esa” persona que se dedica a opinar sobre todo de manera negativa. Mejoremos el ambiente digital aportando desde la empatía, la reflexión y el respeto. Porque, al final, la forma en que interactuamos en el mundo virtual también habla de nosotros.
Potencia y placer: Tips para erecciones más fuertes
Rick Day |
Ejercicios Kegel: fortaleciendo la base. Los Kegel no son solo para las mujeres; estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos del piso pélvico, aquellos que usamos para cortar el chorro de la orina. Estos músculos son clave para la calidad de nuestras erecciones y, si los entrenamos, podremos sostenerlas con mayor fuerza y control. Existen apps que nos guían en estos ejercicios para crear una rutina simple y efectiva. Al entrenar esta zona, no solo mejoramos la firmeza de nuestras erecciones, sino también la duración, lo que puede llevar a orgasmos más intensos y duraderos.
Cuidado con la laptop sobre las piernas. Quizás no lo pensamos, pero el calor que genera nuestra computadora portátil puede afectar la temperatura de los testículos y, con ello, disminuir la producción de testosterona. La testosterona es clave para el deseo y la calidad de nuestras erecciones, así que conviene evitar el contacto directo de nuestra laptop con las piernas. Si trabajamos en un espacio donde usamos la laptop sobre el regazo, vale la pena invertir en una base que reduzca el calor y mantenga todo en su lugar. Protegiendo nuestros testículos, preservamos la fuerza y el deseo.
Alimentación: nuestro combustible. Lo que comemos influye directamente en nuestras erecciones. Una dieta alta en grasas puede obstruir nuestras arterias, dificultando la circulación de la sangre hacia el pene. Esto significa menos firmeza y menos resistencia. En cambio, alimentos ricos en antioxidantes, como los frutos negros (arándanos, moras), no solo mejoran la circulación, sino que también elevan el deseo sexual. ¿Un aliado inesperado? El chocolate oscuro, que contiene flavonoides que ayudan a dilatar las arterias, permitiendo una mejor irrigación en los momentos de acción.
Hacer algunos ajustes en nuestra rutina y en nuestros hábitos puede hacer una gran diferencia en la calidad de nuestras erecciones. Ejercicios, cuidado con el calor, y una alimentación saludable nos aseguran que ese roble esté fuerte y listo para los momentos de intimidad. Porque al final, cuidar de nuestra potencia es también una forma de disfrutar más de nuestra sexualidad y sentirnos seguros y plenos.
Músculos tatuados
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La técnica y el proceso. Cuando nos tatuamos, la tinta se inyecta en la dermis, una capa específica de la piel. Si se aplica demasiado profunda, el cuerpo tiende a encapsular la tinta y a intentar expulsarla; si es muy superficial, la tinta puede desvanecerse con el tiempo debido a la renovación natural de la piel. ¿Por qué esto importa? Porque la calidad y durabilidad del tatuaje dependerán de la habilidad del tatuador, así como del cuidado que le demos después.
El cuerpo y su relación con el tatuaje. Cada cuerpo es único y merece un diseño que realce su atractivo natural. Si eres delgado, podrías preferir zonas que complementen tu figura, como los hombros o el pecho, lugares donde el tatuaje resaltará cada movimiento de tus músculos. Si tienes un físico más robusto, quizá prefieras áreas amplias y visibles, como la espalda o los brazos, para jugar con la sensualidad del dibujo en cada curva y línea de tu piel.
Cantidad y armonía. La cantidad de tinta que llevamos en el cuerpo también es un reflejo de nuestra sensualidad y estilo personal. Puedes optar por algo sutil y discreto o decidir cubrir buena parte de tu cuerpo con un conjunto de diseños. Si vas por esta última opción, procura mantener cierta coherencia visual. Tatuajes armoniosos tienden a crear una estética más atractiva y ordenada, algo que, sin duda, llama la atención y añade misterio y fuerza a nuestra presencia.
El porqué de un tatuaje. Nos tatuamos por rebeldía, por vanidad o simplemente para recordar momentos. La clave está en que la motivación sea genuina; si tienes claro por qué quieres un tatuaje, será menos probable que algún día te arrepientas y quieras quitártelo. A fin de cuentas, aunque es posible eliminar un tatuaje, la piel nunca queda exactamente igual. En su lugar, quedará una cicatriz, un vestigio de lo que alguna vez fue nuestra marca.
El poder erótico del tatuaje. Un tatuaje puede transformarse en una herramienta de seducción, especialmente si lo colocamos en lugares estratégicos. Un dibujo en el pecho, la espalda o los brazos puede ser una invitación visual, un símbolo de fuerza y virilidad. Si decides colocarlo en zonas más privadas, como la parte baja del abdomen o cerca de la cadera, conviertes ese detalle en un secreto íntimo, un tatuaje para que solo tu hombre pueda descubrirlo.
El tatuaje es una elección personal que puede reflejar nuestra sensualidad y actitud hacia el mundo. Colocar un diseño en nuestra piel es dejar una huella de deseo, un mensaje de pasión que compartimos sin palabras.
Al baño después del sexo
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Todos conocemos ese momento post-sexo: el orgasmo te deja relajado, satisfecho y con ganas de cerrar los ojos, pero aunque la tentación de quedarnos en la cama es fuerte, hay algo más importante que debemos hacer antes de dormir: ir al baño. Suena simple, pero orinar después del sexo es fundamental para nuestra salud sexual.
Sabemos que el sexo es un intercambio de fluidos, desde los besos hasta la penetración. Ya sea en una relación estable o en un encuentro casual, nuestros cuerpos comparten mucho más que placer, y con eso también vienen ciertos riesgos. Incluso cuando ambos estamos libres de enfermedades de transmisión sexual, la actividad sexual puede exponernos a una serie de infecciones, especialmente para nosotros, hombres homosexuales, que practicamos sexo anal.
¿Por qué orinar es tan importante? Durante el sexo, tanto los activos como los pasivos pueden introducir agentes externos en su cuerpo, principalmente a través de la uretra, lo que puede provocar infecciones en la vejiga, próstata o incluso en los riñones. Aquí es donde entra en juego el simple pero poderoso acto de ir al baño: al orinar, expulsamos cualquier bacteria o agente que haya entrado en nuestra uretra durante el sexo, limpiando el camino antes de que algo pueda causar problemas más serios.
Los expertos recomiendan que orinemos dentro de los primeros 45 minutos después de haber terminado la faena. Así que, después de ese increíble orgasmo, tómate un momento para ir al baño. Esto no significa romper la conexión o el placer del momento, al contrario, es parte de cuidar nuestro cuerpo para poder seguir disfrutando de nuestra sexualidad de forma saludable.
No estamos diciendo que el riesgo sea altísimo cada vez que tengamos sexo, pero es mejor prevenir que lamentar. Una infección urinaria no es precisamente el mejor recuerdo que queremos llevarnos de una buena noche de sexo, ¿verdad? Y la prevención puede ser tan simple como levantarnos y liberar nuestra vejiga.
El cuidado post-sexo es parte de disfrutar plenamente nuestras relaciones. No se trata solo de la parte emocional o física del sexo, también es importante que le demos la atención necesaria a lo que viene después, para asegurarnos de que todo siga fluyendo bien en nuestra salud. Un pequeño gesto como ir al baño después de una intensa sesión puede hacer una gran diferencia en cómo nos sentimos a largo plazo.
Así que ya sabes, expulsa lo que no es tuyo. Esto aplica tanto para el activo como para el pasivo. El sexo es para disfrutarlo, pero con responsabilidad. Así que la próxima vez que estés tentado a quedarte en la cama justo después de un orgasmo épico, recuerda que el verdadero placer viene de cuidar tu cuerpo.
Mantengamos el hábito de ir al baño después del sexo y seguir disfrutando sin preocupaciones. Esto es solo otra forma de garantizarnos más placer, más salud y menos problemas en el futuro. ¡Nos lo merecemos!
Estimula a tu hombre en la cama
Rick Day |
Cuando estamos en la cama, la conexión y la creatividad son nuestras mejores aliadas para elevar el placer a niveles que ni imaginamos. Aquí compartimos algunas estrategias clave para llevar nuestra experiencia sexual al siguiente nivel y disfrutar juntos de manera intensa y plena.
Sexo oral, nuestra mejor arma de placer. A los hombres nos encanta el sexo oral, y no hay duda de que es una de las formas más efectivas de estimular a nuestra pareja. Convertirnos en maestros del arte de la mamada es esencial. Imagina despertarlo con su pene en tu boca o sorprenderlo mientras se ducha. Arrodillarte en la ducha, con el agua cayendo sobre ambos, mientras exploras su cuerpo puede ser una de las experiencias más excitantes. También puedes aprovechar momentos casuales, como cuando está viendo la televisión o jugando videojuegos, para sorprenderlo. Y lo mejor es hacerlo sin esperar nada a cambio: dar placer por el simple hecho de disfrutarlo puede ser increíblemente erótico.
La comunicación es fundamental. No tengamos miedo de hablar durante el sexo. Decirle lo que nos gusta y cómo lo preferimos puede aumentar el nivel de conexión. Si hay algo nuevo que queramos probar, ¡díselo! Puedes pedirle que se depile o que juegue con su vello de una manera que te excite. Escuchar sus gemidos mientras le describes lo que te gustaría hacer juntos lo volverá loco de excitación. Hablar abiertamente no solo mejora la experiencia, sino que también fortalece la intimidad.
Explora diferentes posiciones. El placer no se trata solo de lo que nos gusta a nosotros. Probar nuevas posiciones puede abrir la puerta a sensaciones que no habíamos experimentado antes. Móntate sobre él y toma el control, o deja que él lo haga. Jugar con la variedad en las posturas no solo añade diversión, sino que permite descubrir qué es lo que más les excita a ambos.
El poder de la visualidad. La vista es un sentido tremendamente poderoso en la cama. Hacerlo con la luz encendida o, si tienes la oportunidad, frente a un espejo puede ser increíblemente excitante. Verse mientras se complace mutuamente añade una dimensión extra de placer visual que puede intensificar el momento. Si todavía no lo han probado, un espejo en el dormitorio puede ser un verdadero cambio de juego.
Siente la fricción. Cuando él te penetre, no dudes en apretar tus nalgas y el ano. Esa fricción aumentará su placer y también el tuyo. El control sobre las sensaciones que generamos en nuestro cuerpo y el de nuestra pareja puede transformar el sexo en algo mucho más profundo e intenso.
Al final, se trata de disfrutar y explorar juntos. Con un poco de creatividad, buena comunicación y atención a lo que nos gusta mutuamente, podemos convertir cada encuentro en una experiencia inolvidable. ¡Vamos a jugar y disfrutar al máximo, porque el placer está en nuestras manos!
Tanga en la playa: Libertad en cada movimiento
Rick Day |
El verano es la temporada perfecta para explorar nuevas formas de sentirnos cómodos y sexys, y la tanga como traje de baño es una opción que combina ambas cosas a la perfección. No solo es una prenda audaz, sino que también ofrece una comodidad inigualable. Para quienes nos atrevemos a romper con los moldes tradicionales, usar tanga en la playa es la oportunidad ideal para resaltar nuestro físico y disfrutar al máximo de nuestra sensualidad.
Lo primero que notamos al usar una tanga es la libertad de movimiento que proporciona. Al no tener exceso de tela, nos olvidamos de estar acomodando la prenda a cada rato. Una vez que la colocamos correctamente, todo queda en su lugar, lo que nos permite practicar deportes acuáticos o simplemente caminar por la playa sin preocuparnos por ajustes incómodos. La tanga, con su diseño ajustado, mantiene nuestros genitales seguros y estables mientras disfrutamos del sol y el agua.
Otro aspecto que muchos valoramos es lo rápido que se seca la tanga después de nadar. Al tener tan poca tela, esta prenda no retiene agua, lo que nos mantiene frescos y cómodos al salir del mar o la piscina. En cuestión de minutos, estamos listos para seguir disfrutando, sin la molestia de un traje de baño empapado que tarda horas en secarse.
El diseño de la tanga es atrevido y llamativo, pero también muy práctico. La parte delantera ofrece la cobertura justa y necesaria, mientras que en la parte posterior la delgada cinta que se introduce entre nuestras nalgas nos brinda esa sensación única de libertad. Y lo mejor es que la línea de bronceado es mínima, casi imperceptible. Si lo que queremos es lucir un bronceado uniforme y natural, la tanga es una opción insuperable, salvo que optemos por tomar el sol completamente desnudos.
Ahora, hay algunas cosas que debemos considerar para lucir una tanga de la mejor manera. La depilación íntima es esencial si queremos sentirnos y vernos bien en este tipo de traje de baño. Al ser una prenda tan reveladora, cualquier exceso de vello puede romper con el efecto limpio y sensual que buscamos. Además, si tenemos manchas, estrías o acné en los glúteos, es posible que prefiramos otra opción, aunque esto no debe impedirnos experimentar con nuestra autoexpresión.
Sabemos que la tanga todavía enfrenta rechazo social en ciertos contextos, especialmente cuando la usamos los hombres. Pero si estamos en un entorno que celebra la libertad de ser quienes somos, como una playa nudista o una piscina privada, la tanga puede ser una opción fabulosa para mostrarnos sin restricciones. Al final del día, lo más importante es que nos sintamos bien en nuestra propia piel y celebremos nuestra individualidad, sin importar lo que otros piensen.
Para quienes encuentran que su miembro se mueve incómodamente en trajes de baño como las sungas o los bóxers, usar una tanga debajo puede ser la solución perfecta. Esta técnica mantiene todo en su lugar, permitiendo que nos enfoquemos en disfrutar del momento sin distracciones ni ajustes constantes.
Así que, si estamos cansados de las bermudas aburridas y sin forma, la tanga es la prenda ideal para destacar el trabajo en el gimnasio. Nos permite resaltar nuestro cuerpo de una manera sensual y llamativa, recordándonos que nuestro físico no será el mismo toda la vida. Si alguna vez hemos pensado en atrevernos a usar una tanga como traje de baño, no hay mejor momento que ahora para hacerlo. ¡Abracemos la oportunidad de lucir y sentirnos sexys, masculinos y libres!