Rick Day |
La primera experiencia sexual con un hombre puede ser tan emocionante como llena de preguntas. Nadie nos enseña el sexo gay en la escuela, aunque todos sabemos que deberían. Por eso, vamos a hablar de lo que realmente importa: cómo disfrutar de ese momento de manera segura, placentera y libre de prejuicios.
Lo primero que debemos tener en cuenta es la protección. Usar condón es esencial en cualquier penetración, sin importar qué tan atractivo o saludable se vea nuestro compañero. Las infecciones de transmisión sexual no siempre son visibles y pueden aparecer incluso en personas que conocemos desde hace años. Además, evitemos tragar semen o dejar que eyaculen dentro de nosotros si no estamos seguros de la situación. Ser conscientes de nuestra salud sexual es el primer paso para disfrutar sin preocupaciones.
Otro aspecto importante a considerar son los roles. Activo, pasivo o versátil, ¿cuál es el tuyo? Si todavía no estás seguro, piensa en tus fantasías sexuales. Si te ves más en el rol de quien penetra, podrías ser activo. Si disfrutas de ambos roles, quizás seas versátil, y si prefieres ser penetrado, entonces te identificas como pasivo. No hay presión para encasillarte en uno solo; explorar es la clave para descubrir lo que realmente te gusta.
La higiene personal es fundamental. Mantener todo limpio y ordenado, desde el pubis hasta el ano, no solo nos hace sentir mejor, sino que también es parte del respeto que le mostramos a nuestro compañero. Si planeas ser penetrado, el lavado anal es una opción recomendable. Usar una pera anal con agua limpia puede ayudar a sentirnos más cómodos y seguros. Es algo fácil de hacer, y al final del día, se trata de prepararnos para disfrutar sin preocupaciones.
La comunicación también es parte clave del proceso. Hablemos con nuestro compañero, dejemos claro qué nos excita y qué no nos resulta cómodo. Ser sinceros sobre nuestra experiencia es una forma de construir confianza, y si hay algo que no queremos hacer, nunca debemos temer decir "no". Cada experiencia sexual es única, y el respeto mutuo es lo que hace que sea realmente placentera.
Relájate. Sí, es normal estar nerviosos al principio, pero el sexo se trata de disfrutar, no de tensiones innecesarias. La única tensión que deberíamos sentir es la de la erección de nuestro pene y la de nuestro compañero. Tomémonos el tiempo para estar presentes en el momento y disfrutarlo con todos los sentidos.
El lubricante es otro de nuestros mejores aliados. Si vamos a penetrar o ser penetrados, usar lubricante a base de agua hará todo más fácil y placentero. Apliquémoslo en el ano, en el pene y, si planeamos usar los dedos, en ellos también. No solo evitará fricciones incómodas, sino que también hará la experiencia más fluida y agradable.
Por último, recordemos siempre que, aunque sea solo sexo, el respeto por nuestro compañero es fundamental. Cada persona con la que compartimos intimidad tiene una historia, sentimientos y un mundo interior, y reconocer eso hará que la experiencia sea más profunda y significativa.
Al final del día, el sexo entre hombres es delicioso. Es una forma de conexión íntima que puede brindarnos un inmenso placer. Toca, lame, chupa, muerde y disfruta. Permítete sentir cada momento, explora el cuerpo de tu compañero y deja que él explore el tuyo. Si nos entregamos al momento con confianza, respeto y una actitud abierta, esa primera vez será solo el comienzo de muchas experiencias gratificantes. ¡El placer está en nuestras manos!