Rick Day |
Hablemos sin rodeos: los orgasmos son clave para nuestra salud. No solo nos dan placer, sino que tienen un impacto real en nuestro bienestar físico. Según un estudio de la Universidad de Harvard, tener al menos 21 orgasmos al mes puede reducir el riesgo de cáncer de próstata en un 33%. ¿Qué mejor incentivo para disfrutar más de nuestro cuerpo y el sexo?
Este dato no es casualidad. Durante 18 años, se entrevistó a más de 31 mil hombres para llegar a esta conclusión, y no importa si esos orgasmos vienen de la masturbación o de encuentros sexuales. El cuerpo no distingue, lo que importa es el resultado: cada orgasmo ayuda a nuestra próstata a mantenerse limpia de toxinas y bacterias que, si no se expulsan, pueden convertirse en un problema de salud. Así que, cada eyaculación es una forma de cuidar nuestro cuerpo.
Además, el orgasmo también es una herramienta poderosa contra la ansiedad. No hay duda de que cuando estamos estresados o nerviosos, un buen orgasmo nos puede dejar mucho más relajados y en paz. Ian Kerner, un reconocido psicoterapeuta, asegura que la masturbación es una forma natural de regular nuestras emociones y distraernos de la rutina. No se trata solo de darnos placer, sino de encontrar un balance entre cuerpo y mente.
Por si fuera poco, todo esto se potencia si seguimos una dieta saludable. Alimentos como el pescado, verduras, Omega-3 y aquellos ricos en antioxidantes, como los rojos, son ideales para mantener la salud de la próstata. De esta forma, combinamos el placer con el cuidado de nuestra salud.
No hay duda: el orgasmo es mucho más que placer momentáneo. Es una herramienta que tenemos a mano para mejorar nuestra calidad de vida, cuidar nuestro cuerpo y, además, disfrutar plenamente del sexo. Así que no solo debemos buscar más orgasmos, sino verlos como un aspecto positivo de nuestro bienestar.