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| Rick Day |
Cada día, cada instante, cada experiencia. De algo debe servir lo que vivimos. Algunos logran aprender de las situaciones mientras que otros viven por simple inercia.
Cuando mejorar se convierte en tu objetivo constante, consigues ver inmensos significados hasta en los momentos más sencillos. La razón, la lógica, el conocimiento.
Cuando mejorar se convierte en tu objetivo constante, consigues ver inmensos significados hasta en los momentos más sencillos. La razón, la lógica, el conocimiento.
El estándar de una persona debería ser tan variable como su evolución en sí. Resulta incongruente mejorar mientras se sigue persiguiendo el mismo objetivo.
¿Te has preguntado cuántas relaciones en tu vida puedes realmente clasificar con esa palabra? Si sumas números, si le asignas una unidad a cada persona, no estás evolucionando. Tus noviazgos de secundaría no pueden ser los mismos cuando tienes 20 años, o al llegar a los 30. El estándar cambia, y lo que consideras 'noviazgo' también se modifica. Sumar sin discriminación le otorga el mismo nivel a todas tus relaciones, ¿y realmente están en el mismo escalón?
Cada relación es única, diferente, con características propias que le pertenecen sólo a ella. En ciertas etapas de tu vida pudiste estar dispuesto a aceptar situaciones que con la madurez te niegas a repetir. Pero mientras mejoras llegas a entender lo que realmente significa tener a alguien a tu lado. Instantes en el que comprendes que un noviazgo de colegio no es igual al de universidad, y comienzas a eliminar de tu lista aquellos que no llegan a tu nuevo estándar.
Te hace parte de su vida, estás en sus planes y cabe en los tuyos, siente orgullo de tenerte a su lado, eso es una relación. La existencia es muy corta para desperdiciarla en algo sin bases ni futuro.
Ve y piensa, revisa tu estándar y luego la lista, dejarás una gran carga en el camino.
