Rick Day |
Cuando dos hombres logran confianza y complicidad consiguen abrirse y compartir la vida, más que un momento. Los hombres entendemos que debemos estar allí para nuestro amigo, ese que no es nuestro mejor amigo porque para nosotros eso no existe, es un amigo y ya, porque no tenemos varios, es sólo uno.
Los hombres entendemos la amistad como una fusión de fortalezas en la que las debilidades quedan protegidas y sólo son conocidas por el otro. Una relación que se basa en escuchar y no en aconsejar, en respaldar y no complementar.
Dos hombres pueden volverse tan o más íntimos que una pareja, es en ese momento en el que entiendes que tienes un hermano para toda la vida.
Tanta compenetración es confundida muchas veces con una relación amorosa, cosa que resulta graciosa para ellos. No se ofenden cuando les preguntan si son pareja, al contrario, les enorgullece. Se convierte en un bromance.
La palabra bromance viene de la unión de brother con romance, lo que se traduce como romance de hermano. Es un vínculo afectivo intenso entre dos hombres que sobrepasa la amistad tradicional. Es un amor hacia la esencia del otro, por lo que es, sin ninguna cualidad específica.
Un par de hombres dentro de un bromance son aquellos que no temen al contacto físico y cuando se miran a los ojos el mundo se detiene esperando un beso de ambos. Son aquellos que ves tomando un café y compartiendo la comida, los mismos que se sonríen tontamente, los que se van de viaje solos.
Un bromance es la máxima expresión de amistad, una genuina hermandad.