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| Rick Day |
Hablemos de algo que muchas veces pasamos por alto: el cáncer de mama también nos afecta a nosotros, los hombres. Aunque es menos común, 1 de cada 100 casos de cáncer de seno ocurre en varones, y alrededor de 10 hombres por cada millón lo desarrollan. Esto no quiere decir que debamos vivir con miedo, pero sí estar atentos a nuestro cuerpo y tomar las medidas preventivas necesarias.
Aunque este tipo de cáncer afecta principalmente a hombres mayores de 60 años, no estamos exentos en otras etapas de nuestra vida. Factores como la exposición a radiación, un historial familiar de cáncer de mama, ginecomastia (el crecimiento del tejido mamario) o altos niveles de hormonas femeninas pueden aumentar nuestro riesgo. Conocer esto nos da una ventaja, porque la clave está en la detección temprana.
¿Qué debemos buscar? Los síntomas básicos incluyen la aparición de quistes o bultos en el área del pecho, secreciones de líquido desde los pezones, y cambios en la piel alrededor de los mismos, como enrojecimiento, hundimiento o úlceras. Estos signos pueden parecer pequeños, pero si los detectamos a tiempo, podemos actuar rápido y minimizar el impacto.
El autoexamen es nuestra primera línea de defensa. Es sencillo y lo podemos hacer en casa: levanta el brazo en posición de 45 grados y utiliza la mano libre para palpar todo tu pectoral y el área de las axilas, buscando cualquier bulto o dureza, con o sin dolor. Este hábito, aunque parece pequeño, puede marcar la diferencia entre una detección temprana y una situación más grave.
En caso de detectar algo extraño, una visita rápida al médico puede aclararlo todo. Si se trata de cáncer y lo identificamos a tiempo, las probabilidades de superar la situación son muy altas. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o terapias dirigidas, dependiendo de la etapa del cáncer. En muchos casos, se realiza una mastectomía, que implica la extirpación completa del seno afectado, y algunos hombres también reciben radioterapia después de la cirugía.
Aunque pueda parecer intimidante, estar al tanto de nuestro cuerpo es una forma más de disfrutar de nuestra vida adulta. Al cuidar nuestra salud, también estamos garantizando más tiempo para disfrutar de nuestras relaciones, de nuestro placer y de todo lo que nos hace sentir bien en la vida. Cuidarnos no es un lujo, es parte de nuestra responsabilidad de vivir plenamente.
Recuerda que, a diferencia de las mujeres, el escaso tejido mamario que tenemos los hombres permite que la enfermedad avance más rápido, lo que hace que la vigilancia sea aún más importante. Tocarnos no solo es un acto de prevención, sino también de reconocimiento y de aceptación de nuestro cuerpo.
Por último, difunde la palabra. Hablar sobre el cáncer de mama en hombres nos quita el estigma y nos permite cuidar mejor de nosotros mismos y de los que nos rodean. Al final del día, el conocimiento y la prevención son las herramientas más poderosas que tenemos para mantenernos saludables y disfrutar plenamente del sexo, la vida y todo lo que amamos.
