.

Cuerpo de Hombre, Vida de Placer

Rick Day

Decidirnos a comenzar una vida fitness no es sólo cuestión de vanidad. Es un acto erótico, masculino y poderoso de amor propio. Porque cuando cuidamos nuestro cuerpo, también estamos afinando nuestra herramienta principal de placer: nosotros mismos. Y no hablamos sólo de músculos o medidas; hablamos de sentirnos fuertes, saludables y con la energía suficiente para gozar todo lo que un buen cuerpo puede ofrecernos.

El primer paso para empezar este viaje es tener claro qué queremos lograr. No todos buscamos lo mismo, y no todos necesitamos lo mismo. Tal vez queremos adelgazar para sentirnos más ligeros y cómodos con nuestra imagen. O quizá soñamos con muscular, aumentar el tamaño de nuestro cuerpo y llenar esa camiseta que ya pide a gritos un par de bíceps. A veces lo que buscamos es definir, que cada fibra de nuestro torso se marque y sea visible. También podemos querer tonificar, que todo esté en su sitio, fuerte y saludable. Y, claro, puede que un médico nos haya recomendado movernos por temas de salud o prevención. Lo importante es que sepamos cuál es nuestra meta, porque eso determinará el camino.

Cuando tenemos claro lo que queremos, necesitamos ponerle números a la realidad. Medir nuestro cuerpo es el ritual inicial para saber desde dónde partimos. Y no, no sólo hablamos de peso. Necesitamos tomar un metro y registrar medidas: pecho, brazos, cintura, muslos, glúteos. Si hay alguna zona que nos obsesiona (porque todos tenemos una), la medimos también. Anotamos la fecha, los centímetros y nuestro peso matutino, después de ir al baño, sin ropa. Ese será nuestro punto de partida, y será delicioso ir viendo cómo esos números cambian.

Pero antes de levantar una sola pesa o hacer la primera sentadilla, hay algo que no podemos saltarnos: una revisión médica general. Porque ser un hombre saludable no es sólo cuestión de músculos, también de corazón, pulmones y bienestar integral. Un chequeo cardiovascular nos dirá si estamos listos para empezar y evitará sorpresas desagradables. Nuestro médico nos dará un certificado y, de paso, detectará cualquier lesión o condición que debamos mencionar a nuestro entrenador. No queremos un desmayo o un esguince en medio del entrenamiento.

Ahora sí, con objetivos claros, números en la libreta y la aprobación médica, toca movernos. Empezar una vida fitness no es sólo cuestión de disciplina; es un juego erótico con nosotros mismos. Cada gota de sudor, cada músculo que duele al día siguiente, es un recordatorio de que estamos invirtiendo en sentirnos mejor, más vivos, más sexys. Porque un cuerpo trabajado no es sólo para lucirse en la playa o en Grindr. Es para que cuando estemos en la cama, desnudos, el disfrute sea total, porque sabemos que estamos dando y recibiendo placer con un cuerpo que cuidamos y celebramos.

Comenzar una vida fitness es el mejor regalo que podemos hacernos como hombres. No por encajar en un molde, sino por sabernos merecedores de un cuerpo que nos dé libertad, poder, salud y sexo de calidad. La mejor versión de nosotros no es la que otros esperan, es la que nos hace sentir dueños de nuestra carne, de nuestro placer y de nuestra vida.

Así que, si estás pensando en empezar, no lo dudes. Este no es un proyecto estético: es un acto erótico, masculino y libre. Y cada paso que demos en el gym, en la pista o en casa, será un paso hacia un cuerpo que no solo se ve bien… sino que se disfruta mejor.

COMPARTE:

 
Copyright © Maskulinos. Designed by OddThemes