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| Rick Day |
El porno gay nos muestra un mundo de placer, fantasías cumplidas y cuerpos perfectamente sincronizados en una danza erótica. Pero detrás de esas escenas que tanto disfrutamos, hay una realidad que pocos conocen, especialmente cuando se trata de los actores pasivos. Aquí te revelo algunos secretos que podrían cambiar tu perspectiva sobre lo que vemos en pantalla.
Primero, hablemos de la preparación. Lo que no se ve en el porno es la dedicación que los actores pasivos ponen en asegurarse de que todo esté listo para la cámara. Los lavados intestinales son parte esencial de la rutina, pero no es tan simple como parece. Mientras que muchos de nosotros solo pensamos en un lavado previo al acto, ellos deben repetir este proceso cada ciertas horas durante el rodaje. El cuerpo sigue su curso natural, y mantener el control es crucial para evitar cualquier sorpresa en el set. No es exactamente lo más placentero, pero es un sacrificio que hacen para mantener la escena impecable.
Luego, está el tema de la dilatación. Lo que quizás no sabías es que el cuerpo tiene una increíble capacidad para volver a su estado natural. Un actor puede recibir un pene de 30 centímetros y, unas horas después, su ano estará tan cerrado como si nada hubiera pasado. Pero para mantener esa apertura, los actores deben recurrir a juguetes y otros métodos de dilatación durante todo el día, lo que puede ser agotador y, en muchos casos, incómodo. Algunos incluso optan por medicamentos para facilitar la dilatación, aunque estos pueden tener efectos secundarios que, a largo plazo, no son nada saludables.
Además de estos desafíos físicos, también hay un impacto emocional. Mantenerse excitado y listo para la acción durante horas no es tarea fácil, especialmente cuando lo que ocurre detrás de cámaras es todo menos erótico. El porno nos vende una fantasía de sexo espontáneo y desenfrenado, pero la realidad es que requiere disciplina y sacrificio.
Todo esto lo hacen para que nosotros podamos disfrutar de unos minutos de placer visual. La próxima vez que veas una escena en la que el pasivo parece tenerlo todo bajo control, recuerda que hay mucho más detrás de lo que los ojos pueden ver. Estos actores merecen todo nuestro respeto y reconocimiento, porque hacen lo imposible para que el placer que sentimos sea tan real como parece.
